domingo, 23 de febrero de 2014

Bilingüismo


Ser bilingüe significa hablar dos idiomas a nivel nativo. Para que un niño llegue a ser bilingüe hace falta que pase más del 20% de sus horas activas inmerso de manera natural en otro idioma, manteniendo encuentros comunicativos personales, interactivos y significativos.

Esto significa que, ni los centros escolares que dicen ser bilingües convierten a nuestros hijos en ello, ni mucho menos es suficiente con Dora la exploradora.

El periodo óptimo para aprender otro idioma, o más, va desde el nacimiento hasta los tres años, a la vez que se establece su lengua materna. De los dos a los siente años aún son capaces de procesar varios idiomas en senderos paralelos, después el aprendizaje se considera segunda lengua, pues ya se activarían estructuras diferentes a nivel cerebral.

Existen estudios que demuestran que existen diferencias estructurales entre un cerebro expuesto a un único idioma o a más de uno. Una persona bilingüe activa la misma zona cerebral hable en un idioma o en otro. Sin embargo un monolingüe activa diferentes zonas.

Entonces, ¿cómo se llega a ser bilingüe? Pues, teniendo padres que hablan diferentes lenguas o estando en un país diferente con lengua distinta a las que hablan los padres o recibiendo una educación en otro idioma. Ojo, porque no es lo mismo un colegio bilingüe que un colegio inglés.

Muy lejos de lo que se pensaba en cuanto a que el bilingüismo confundía al cerebro existen muchas ventajas al procesar dos idiomas. Por ejemplo, la capacidad metalingüística (cuando el propio lenguaje se refiere a sí mismo) es mucho mayor y ésto se ve reflejado de manera positiva en el acceso a la lectura y escritura. También genera más facilidad para aprender otras lenguas, mayor flexibilidad mental que aumenta la resolución de conflictos, y mejora en algunas funciones ejecutivas, sobre todo en la atención selectiva.

En cuanto a desventajas, en algunas ocasiones pero no siempre, los niños y niñas tardan más en hablar, lo que supone un pequeño retraso sin ser patológico. Según Ellen Stubbe Kerter, presidente de  Bilinguistics, empresa dedicada a la enseñanza de idiomas, “Las investigaciones indican que el bilingüismo no causa retraso en el desarrollo del habla ni del lenguaje”.

Con que uno de los padres hable siempre en otro idioma no es suficiente para aprenderlo, contrario a lo que pensamos los niños no aprenden sin querer, aprenden por necesidad, por eso ser bilingüe conlleva su pequeño esfuerzo. Así que algunas acciones que favorecen el bilingüismo serían tener claro cuál de los padres va a ser quién le habla en otro idioma, que sea la persona de referencia y, además, que siempre le hable en ese idioma. También es conveniente leer libros, cuentos, escuchar canciones, ver películas y acudir a eventos o juntarse con personas que hablen ese idioma. Y por supuesto visitar el país o región donde se habla.

No obstante, aunque no tengamos hijos bilingües, mi consejo es que desde el nacimiento estén expuestos a los diferentes sonidos de otros idiomas pues es en los primeros años de vida cuando desarrollamos nuestro “mapa auditivo”. Esto favorecerá la pronunciación de los sonidos tan diferentes, y que tanto nos cuestan de mayor, al aprender el segundo idioma.

Por último lanzar una pregunta al aire, ¿Es real el nombre de colegio bilingüe? ¿Es factible el proyecto en sí? ¿Es posible crear alumnos bilingües una vez comenzada la educación primaria?... Ahí lo dejo.


Pinchando aquí podéis ver algunos libros recomendados sobre el tema y si queréis más información sobre bilingüismo pinchad aquí.



See you son!


Seyla 

sábado, 15 de febrero de 2014

Veo Veo



Seguramente todos hemos jugado en alguna ocasión al Veo Veo, en nuestra infancia, sobre todo en esos viajes en coche donde no había nada que hacer y jugabas con la familia… Por si hay alguien que no conoce el juego, el Veo Veo es un juego tradicional que consiste en adivinar lo que el otro ve. La dinámica que sigue es la siguiente:

Uno dice “-veo, veo”
Otro“-¿Qué ves?”
“-una cosita”
“-¿y qué cosita es?”
“-Empieza por la letra…c” (por ejemplo)

Al juego se puede jugar con dos jugadores o en grupo. También podemos llevar a cabo varias versiones de la adivinanza que después veremos. Jugar al Veo Veo favorece la recuperación de significados, la fluidez verbal, el acceso al vocabulario interno y amplía los significados del vocabulario.

El más conocido y común es el de –“empieza por la letra…X”. Esta opción esta genial para repasar el abecedario pero si queremos jugar con niños más pequeños podemos empezar por onomatopeyas–“una cosita que hace el sonido rumrumrum (moto)”

También podemos adivinar por la sílaba inicial para dar un poquito más de ayuda, por ejemplo, -“una cosita que empieza por si…" (silla).

Otra variación para chicos más mayores podría ser adivinar por una o varias cualidades del objeto-“una cosita de color amarillo y de plástico" (su chubasquero).

O por la definición del uso del objeto-“una cosita que uso para no mojarme" (el paraguas).

Cualquier variedad está bien siempre que la sepamos adaptar a la edad de nuestro/a peque. No se trata solo de potenciar la recuperación del léxico (vocabulario) sino de hacerlo divertido y pasar un buen rato.



PLANO DEL LENGUAJE: Léxico-Semántico.

ESTAMOS FAVORECIENDO:
  • La recuperación de significados.
  • La fluidez verbal.
  • El acceso al vocabulario interno.
  • La ampliación de significados del vocabulario.




Hasta dentro de unos días!

Seyla 

domingo, 2 de febrero de 2014

¿Empezamos a leer?


Por desgracia está de moda medir la calidad de un centro escolar en relación a sus resultados académicos más que a su formación centrada en la persona o en sus valores y principios. Esto se ve más acusado desde que, en España, se realizan revalidas o pruebas que comprueban los niveles en leguaje y matemáticas de nuestros pequeños. La última reforma educativa propone realizar una de estas pruebas en educación infantil para comprobar el nivel de lectura de nuestros niños…

La lectura forma parte de un proceso de aprendizaje que requiere cierto nivel de desarrollo madurativo y por mucho que se fuerce no llegará a adquirirse hasta que el niño o niña esté preparado. Como en todo aprendizaje hay un factor muy importante que es el de la motivación. No es lo mismo aprender a leer porque es lo que toca que aprender a leer porque yo quiero. Un niño que tiene acceso a cuentos, que ve a sus familiares leer, que encuentra información en ello…estará más motivado a aprender.

La lectura es un proceso muy complejo y varias son las teorías que hablan sobre su adquisición, yo voy a explicar de manera muy simple las dos vías que utilizamos para llegar a la información cuando leemos.  Por un lado está la "Ruta visual" de acceso a la información de la palabra, donde básicamente lo que hacemos es reconocer la palabra de manera global, entera, y acceder a su significado.  Haciendo uso de esta vía podemos leer palabras conocidas pero no las que aún no conocemos.

La otra vía de acceso a la información escrita la hacemos por medio de la "Ruta fonológica" que lo que, a nivel muy general,permite traducir cada letra escrita a su sonido correspondiente que ya tenemos almacenado en nuestro almacén de “léxico auditivo” y acceder a su significado. Por medio de esta vía podemos leer palabras nuevas siempre que sean regulares pero no las irregulares.

Ambos accesos a la información se usan en el proceso de lectura haciendo uso de uno u otro dependiendo de las palabras a las que nos enfrentamos(nuevas, conocidas, regulares, irregulares...) Si alguno de estos mecanismos no funciona adecuadamente tendremos dificultades en relación al aprendizaje de la lecto-escritura.


Las primeras aproximaciones a la lectura las tenemos a través de la ruta visual, aprendiendo la palabra de manera global. Así lo que primero que aprenden los niños y niñas es su nombre, el de sus amigos, el de mamá, papá…incluso el nombre de marcas comerciales.

¿Cómo podemos aumentar la motivación por la lectura de manera natural y divertida? Pues leyendo! Está claro. Usando la escritura y descubriendo que cada palabra descifra un mensaje, una información. Una estrategia muy buena es acompañar la palabra de la imagen o foto para posteriormente ir eliminando el apoyo visual. Así se realizará la correspondencia palabra-imagen.

Podemos ir leyendo la lista de la compra a la vez que cogemos el objeto que nombramos. Leer su nombre en las etiquetas de la ropa o en un papel. Señalar palabras significativas del cuento, por ejemplo donde pone mamá o papá.


Seguro que se os ocurren muchas más cosas así que si queréis compartirlas no dudéis en hacerlo.



Un abrazo y hasta dentro de unos días!

Seyla ;)
 

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